jueves, 17 de diciembre de 2009

La Conferencia de Presidentes: ¿es inmadurez la de los politicos?

Cuando las voces de la calle claman por el aumento del paro, las dificultades para obtener créditos, se produce la convocatoria de la Conferencia de Presidentes, que desde el Gobierno se airea como la posibidad de encontrar un punto de partida que anime a todo el país a arrimar el hombro para salir de la crisis.

Esa convocatoria ha acabado con un clamoroso fracaso vaticinada por una pleyade de agoreros y “opinadores politicos” que salvo raras y honrosas excepciones se situan por encima del bien y del mal y que siempre saben lo que se deberia haber hecho, eso sí, a toro pasado.

Desde mi punto de vista, en politica, cuando se quiere gobernar, o se está en el empeño de hacerlo, siempre se tiene que intentar desgastar al adversario, maxime cuando el equilibrio de votos no dejan las cosas claras para el futuro mas o menos inmediato, estando siempre pendiente de las encuestas y sondeos. En esta España nuestra la fluctuación de la población hacia unas posiciones u otras no aclaran nada, por ello el esfuerzo de los partidos sobre todo los mayoritarios, se concentra en la rentabilidad politica a corto plazo.
En este contexto se celebra la Conferencia de Presidentes y así teniamos dos posibilidades de salir de ella:

UNA: Un acuerdo sobre el diagnostico de la situación con una serie de medidas a implementar para intentar salir de la crisis.

DOS: Como ha acabado, sin acuerdo y cada uno lazandose mutuamente, acusaciones de improvisación, inmadurez cuando no mentiras.

Cada una de las dos no hace de momento, variar el sentido de voto futuro, pues en la primera, la posibilidad de acuerdo, simpre se podria “vender” por cada partido, como: “gracias a nosotros”, se toman medidas que acabarán con la crisis. El partido que mejor explique las ideas será en que mas pueda arañar votos del grupo de ciudadanos que están todavia en la burbuja de los indecisos. Esa opción reforzaria, cara a los ciudadanos, el papel de los partidos politicos como motor y eje de de la dirección de la politica y de la economia, aumentando la confianza de ellos en la política.

En el caso de la segunda opción, nos situa en el descalabro, al margen de que le pierde la oportunidad de acelerar la salida de la crisis, crece la burbuja de los indecisos, aumenta la desconfianza de los ciudadanos en los politicos, haciendo un flaco favor a la Democacia.
Desde mi punto de vista, una u otra salida no habrian cambiado las expectativas cara a los proximos comicios pero si, y me parece muy grave, una opcion favorece la consolidación democrática y la otra favorece la desconfianza en nuestro sistema político que tanto nos ha costado forjar.

El Gobierno y el PSOE, vienen haciendo lo indecible para incorporar al Partido Popular a la gobernabilidad del País, pero los populares prefieren deslizarse por la senda de la descalificación, pensando que la campaña que desalojó a Felipe Gonzalez de la Moncla es la correcta y creo que no tardaremos mucho en oir hasta la saciedad: “vayase Sr. Zapatero”.

Esa senda solamente conduce a perpetuar la sentencia de Antonio Machado: “españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos españas ha de helarte en corazon”.

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